Edward Hopper y la mirada del voyeur.


"En la evolución de todo artista, el germen de la obra posterior se encuentra siempre en la obra anterior." Edward Hopper

Desde el pasado 12 de junio está abierta en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid una exposición sobre la obra de Edward hopper, podréis verla hasta el  16 de septiembre de 2012, y no he querido perder la ocasión de hablaos de su vida y obra.




Edward Hopper nació en Nyack (Nueva York) en 1882 y falleció en la misma ciudad en 1967, estudió en la Schook of Art de Nueva York de 1900 a 1906. Entre 1906 y 1910 emprendió largos viajes por Europa, deteniéndose sobre todo en París, donde pintó escenas callejeras de estilo impresionista.



En 1908 se estableció en Nueva York. Tras la exposición celebrada en la galería K.M. Rhen, Hopper abandona el universo pictórico que Francia le había inspirado y se consagra a la representación de la vida americana. Ahora los motivos principales de su pintura proceden de la civilización moderna: La urbanización del campo, la expansión industrial o los excesos de la arquitectura americana. En muchos de sus cuadros aparecen calles, tejados, casas abandonadas, y una exacta reproducción de la hora, el día y el tiempo atmosférica o que contribuyen a crear un ambiente inquietante.



Al margen de las corrientes vanguardistas de Europa y EE UU, la obra de Hopper refleja como ninguna otra la vida americana, el paisaje, la luz y las gentes de la ciudad. Edward Hopper es considerado hoy en día uno de los artistas más importantes del siglo XX. Su sensibilidad sin precedentes, su mirada distanciada del mundo y su sentido dramático lo hacen acreedor de un lugar singular en la historia del arte moderno. Hopper tuvo que cumplir los cuarenta años para convertirse en uno de los artistas vivos más reconocidos de los Estados Unidos.



Considerado el poeta de lo estadounidense, se distancia sin embargo de ello por la impronta realista de sus cuadros, retrata al ser humano en sus alienaciones y en el desencanto de su vida diaria, y lo hace con una verdad no exenta de ternura. Sus obras revelan el nacimiento de la modernidad estadounidense y la aparición de una creación que le es propia. Su obra goza de reconocimiento en el mundo entero, y sus cuadros, cuya atmósfera es tan particular, forman parte ya del imaginario colectivo. Falleció en 1967 en Nueva York, un año después su esposa legó todas sus obras al Whitney Museum of American Art de Nueva York.



















Más información:

Hopper. AA.VV. Catálogo de la exposición. Musseo Thussen-Bornemisza. Madrid, 2012

Los Maestros de la Pintura Occidental. Ed. Taschen.

Comentarios

  1. Qué buen artículo,gracias por acercar a todos el arte un poco más.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De nada Jose!!! Un placer.
      Me parece un artista muy interesante y tiene una obra muy extensa, aquí he puesto la que me parecía más significativa.
      Un saludo
      mJose.

      Eliminar

Publicar un comentario