Perdiéndome por La Laguna

Andar por La Laguna siempre es un gran placer, y más si es en compañía, sus casas antiguas, sus suelos de adoquines, esa atmósfera tan especial que hace que te olvides de la humedad, de la lluvia, del frío que te congela los cachetes, pero que curiosamente te hace sentir más vivo y feliz, es divertido perderte por sus calles. En esta ocasión y como hago casi siempre he ido en busca de mi próximo libro, ese que sea el definitivo y cambie mi forma de verlo todo, vamos una obra maestra, así que fui directa a la Biblioteca pública para sacar un libro "El extrangero de Albert Camus", una lectura que me han recomendado mucho.
Con el libro en la mano busqué un sitio donde resguardarme de ese frio invierno , en La Laguna hay un ambiente maravilloso de cafeterias y tascas a cual más acojedora, me fuí al "Siete Vies", un lugar precioso con una decoración muy original, amplio y que da  cierta comodidad para dibujar y dejarte llevar por la imaginación, esta vez me ha servido para  inaugurar mi próximo libro de artista, ese  donde recopilo ideas, dibujos, futuros proyectos, textos y muchos sueños.


 Una vez entrada en calor, gracias a un chocolate humeante y delicioso, me arme de calor y de valor y salí a la calle donde un tímido sol me invitaba a pasear. En frente de la cafetería está la "Fundación Cristino de Vera" y ahí disfrute de una matérica exposición de Antonio Millares, un placer para los sentidos guiado por un sutil uso del color y el volumen como protagonista de la obra, deberían ir a verla. Si quieren saber horarios y fechas AQUÍ


Esta es una de las obras que más me gusto, es impresionantemente grande y mezcla sabia mente los espacios planos, el volumen, el color.... se titula "El Personaje" un tríptico realizado con una técnica mixta sobre arpillera  de 3 metros de largo x 81 de alto. ¡TIENEN QUE VERLO!

Después de esta exposición tan impresionante pasé por el "Ateneo de La Laguna" pero el día anterior habían desmontado la expo que tenían de fotografía "Foto Noviembre". Eso me pasa por dejar las cosas para el final, pero claro no siempre se puede llegar a todo, así que me dirigí a la Galería Stunt, un espacio donde yo he expuesto con anterioridad y que nunca defrauda, charlar un rato con Luis y ver una exposición colectiva de Eduardo Arranz Bravo, Enric Cormenzana y Andrés Nagel y el fondo de galería de Stunt, que es una maravilla.

Después de tanto ir para aquí y para allá y ver tantas imágenes necesitaba un sitio acogedor donde tomar algo calentito que el día prometía ser muy frío, así que me fui al "Dos y Una", en la Calle Viana, un lugar muy acogedor con aire bohemio y entregado por completo a la creatividad, que me recomendó mi amiga Andrea. 
El ingenio brota en sus paredes con derroche desde la misma entrada, leer esto justo cuando entras, te dan ganas de saltar, te sientes como en casa; ¡las paredes escritas, me encanta!



Después te deleitan con perlitas decorativas como esta Olympia, idéntica a  mi primera máquina de escribir, esa que aún  guardo en mi casa y que de pequeña utilizaba para empezar y casi nunca terminar esas historias que volaban por mi cabeza como la de "Sillones en la arena".
 Y definitivamente hice mío este rinconcito al que no le sobraba nada, salvo, quizás, el periódico. Lo acompañé de un chocolate casero exquisito con un toque de canela y limón, que definitivamente lo coloca en el número uno de los chocolates a la taza. El trato encantador, personas con un sueño que intentana llevarlo a cabo y lo van consiguiendo.
Y como si todo esto fuera poco al ir al servicio, me sorprendo con estás palabras...

Repetiré seguro



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