Visiones de la realidad Antonio López y su época
En los años setenta, coincidiendo con el auge de la pintura
informalista, el realismo comenzó a ocupar un espacio importante en
nuestra pintura. El grupo fue conocido como “Nuevos realistas”. Estos
pintores anteponían en sus obras la temática de lo cotidiano, los
momentos íntimos en espacios que reflejaban la austeridad y la dureza de
la postguerra. Sus trabajos los han hecho herederos de la tradición
española que iniciaron pintores como Zurbarán, Velázquez, Maíno o
Sánchez Cotán. Estos pintores y escultores formados en la madrileña
Escuela de San Fernando son Julio y Francisco López Hernández, María
Moreno, Isabel Quintanilla, Esperanza Parada, Amalia Avia, a los que se
suman Carmen Laffón, Cristóbal Toral y Eduardo Naranjo. De entre este
núcleo de artistas destacó la figura de Antonio López que trasciende la
tradición para recrear espacios interiores, retratos o humildes paisajes
urbanos de una periferia descarnada. Los lazos de carácter
generacional, afectivo y familiar del grupo contribuyeron a vertebrar
una identificación con ciertos temas y una misma actitud de concisión y
despojamiento. El realismo conectó con las siguientes generaciones que
abordaron el espacio como materia de pensamiento. Alumnos de Antonio
López como José María Mezquita han continuado esta tradición figurativa
que se cierra con la obra minuciosa de Manuel Franquelo, y esos
inquietantes interiores de Julio Vaquero que se adentran en el
territorio de las sombras.
En Canarias, este movimiento tuvo su reflejo en las obras de tres
grandes artistas figurativos como son el escultor Manuel Bethencourt,
que tanto roza el latido de la soledad, como el fértil encuentro del
otro; en las delicadas escenas de interior de Pepa Izquierdo; o en el
aliento barroco heredado de Velázquez y Rembrandt que desvela la
inquietante quietud que ilumina lo cotidiano en la pintura de Luis
Alberto Hernández. Su honradez artística les ha llevado a construir una
forma de mirar desde la búsqueda de la verdad.
La Fundación CajaCanarias se complace en presentar la primera gran
exposición que recoge en nuestro Espacio Cultural el aliento intimista
de una generación de artistas que recuperaron para la pintura el latido
de lo real.
Fuente de la información , Fundación CajaCanarias
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