Mientras espero, no desespero.


Cómo ya podréis haber podido comprovar, esperar no es algo que me disguste, sobre todo si lo puedo hacer tomándome un barraquito y tengo mi libro de artista a mano.
En cada momento del día tenemos una predisposición diferente para hacer las cosas, y crear no se salva, así que cuando te toca esperar puedes estar de cualquier humor y eso hace que salgan de tus manos creaciones bien diferentes, a veces reflejo de ese ánimo o reflejo de lo que realmente te gustaría estar haciendo, una sorpresa al final.



Comentarios